He leído un artículo donde se habla que en España la práctica religiosa se desploma.
Pienso que esto está pasando no solo en este país sino en muchos.
Se pregunta la iglesia y hace una autocrítica del motivo o motivos por lo que esto sucede?.
Creo que hay mucha incoherencia:" dicen y no hacen". Hay una gran diferencia entre lo que se enseña y lo que se practica, entre lo que nos hablan y piden y lo que se exigen a si mismos.
La iglesia, aplica mucho rigor hacia las personas divorciadas, homosexuales, etc en la admisión de los sacramentos, sin vivir con fidelidad la adhesión a Jesús.
No necesitamos moralistas, ni ortodoxias que hagan que se rasguen las vestiduras, sino que la conducta impulse una transformación eclesiástica y que irradien en su comportamiento el evangelio.
Ser cristiano, no es algo desfasado, necesitamos superar la vida instalada,
saliendo del cascarón que no nos permite ser sensibles a los dolores ajenos, no podemos, ni debemos apagar la luz de la esperanza, porque esta tiene que ser incansable.
Todos somos iglesia, pero los jerarcas, deben ser más realistas y dejar de vivir en un mundo irreal, aceptar a todas las gentes como son, sin condiciones, ni peros y desde el evangelio llevar la iniciativa, la fé y la creatividad.
Basta de tanta palabrería y transformemos comprendiendo que la vida es servicio y anuncio del Reino.
Necesitamos ejemplos creíbles, llenos de amor y transparencia.