Pascua. La misma, se remonta a la época de los antiguos hebreos. Conmemora la liberación del pueblo judío de la esclavitud en Egipto.
Para los Cristianos, es la fiesta más importante porque Jesús resucitó . Es una fiesta de celebración gozosa del sentido del perdón y de la vida.
Celebrar esta fiesta, es un compromiso contra la pobreza, el racismo, el respeto y también muy especialmente por la promoción de la mujer. No es casualidad que Juan tras María Magdalena, sea el discípulo amado y el primero en llegar a la fe, en Jesús resucitado mientras que Pedro, le negó tres veces.
En el N. T. los primeros en llegar a ese punto son las mujeres junto con Juan y resulta llamativo que la mujer, desempeñando un papel tan importante, esta muy relegada en la vida de la iglesia, carece de importancia , no se la considera, simplemente es un ser inferior y relegado, no se la admite porque Jesús escogió a doce hombres, pero la primera en transmitir la noticia de su resurrección fue ella, mientras que esos hombres permanecían escondidos y llenos de miedo, ella, creó y crea vida.
No se puede acceder a la fe desde una legalidad, sino desde el amor. Tenemos que seguir a Cristo desde la libertad y el amor.
Creer en Cristo resucitado, es creer que Jesús está vivo y sabiendo con alegría que cuando dos o tres se reúnen en su nombre allí está él poniendo esperanza en nuestras vidas.
Jesús resucitado, debe tener en nuestras vidas la experiencia personal de que aún tiene fuerza en nuestro ser y resucitar todo lo bueno que hay en nosotros para liberarnos de todo aquello que mata nuestra libertad. Tenemos que verlo vivo en la fraternidad y la solidaridad con todos los necesitados.
Caminemos hacia la resurrección sin inhibirnos y luchando junto a los pobres y desheredados de nuestra sociedad. Que esta pascua, sea garantía de nuestra futura resurrección.
¡Aleluya, Jesús ha resucitado y está entre nosotros !